Son, a veces, las palabras
necesariamente sonidos
que llegan sin deseos
de ser oídos.
Y resuenan,
Retumban,
Susurran.
Son, a veces, tus palabras
como esa vieja soledad
que vuelve
que envuelve
que cubre…
A veces, mis palabras
son las que recorren
antiguos caminos
olvidados,
abandonados
en un viejo
recuerdo
que insiste,
se reitera,
se repite.
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