Dentro de poco será noche
y el tiempo que pasó
vuelve en imágenes:
El fuego se encendía temprano
para abrigara el desayuno.
En el silencio de la siesta,
mi tía llegaba con las cartas.
Nunca le entendí cómo jugar al truco,
pero me gustaba cómo se reía.
Algunas tardes suspiraba
escuchando la novela en la radio.
Mi abuela en su mecedora
por la noche contaba historias.
Todo está tan lejos,
y esta noche parece inmensa,
pero también puedo sentir
que en el recuerdo
ya nada muere.
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