martes, 20 de diciembre de 2011

Aquella tarde


Cuando aquel día de diciembre explotó todo, yo estaba en cualquiera. Veía las caras de preocupación de toda la gente, pero poco entendía de lo que estaban sintiendo.
La televisión parecía explotar en todas las casas, la información corría en las pantallas como pocas veces había visto. Todas las programaciones estaban canceladas porque algo importante parecía estar sucediendo. ¡¡Qué poca atención le estaba dando a todo eso!!
En las calles no se escuchaba nada, por lo menos durante aquella tarde. La noche, la noche fue distinta. Muchos estaban agitados, con temor, con un miedo atroz que sólo puede sentirse en una guerra.
Cada tanto el viento parecía traer un clamor desesperado, mucho ruido, pero nada era muy claro. Subí a la terraza para poder escuchar con mayor claridad lo que creía oír. Gritos, golpes, cantos, tambores, todo parecía estar en las calles.
Por la televisión comenzaban a circular imágenes inéditas, multitudes caminando por las avenidas principales. Gritos al ritmo de alguna cacerola abollada por los fuertes golpes que buscaban ser oídos.
No podía comprender lo que estaba pasando, pero sentía una enorme emoción que corría por mi interior, me estaba invadiendo una extraña fuerza que quería llevarme a la calle para gritar como todos aquellos que ya no podían seguir callando...

PD: Y nunca más callé frente al poder de unos pocos que se roban los sueños de muchos.

del libro "SITUACIONES" 2008