domingo, 5 de septiembre de 2010

Y si negamos espacio al desconsuelo,

si decimos que no a la tristeza,

tal vez la vida se nos llene

de instantes de luz y de alegría.

No será cierta la mirada

del que no lance en su decir

más que palabras,

y será como un suspiro,

como el instante desdeñado

de quien quiere escapar de la rutina.

A dónde fueron a parar,

sin dejar que las encuentre,

aquellas vacías palabras

que sólo reflejaban

la desarmonía del alma.

Por qué será tan breve lo bueno,

por qué tan prolongado el ocaso

si todavía no comprendo

cuánta esperanza, cuánto silencios

quedan aún por caminar.

1 comentario:

julia dijo...

Christian, te felicito por tus textos. Me alegro que esa llama de poeta siga encendida....Julia Caprara