
Y si negamos espacio al desconsuelo,
si decimos que no a la tristeza,
tal vez la vida se nos llene
de instantes de luz y de alegría.
No será cierta la mirada
del que no lance en su decir
más que palabras,
y será como un suspiro,
como el instante desdeñado
de quien quiere escapar de la rutina.
A dónde fueron a parar,
sin dejar que las encuentre,
aquellas vacías palabras
que sólo reflejaban
la desarmonía del alma.
Por qué será tan breve lo bueno,
por qué tan prolongado el ocaso
si todavía no comprendo
cuánta esperanza, cuánto silencios
quedan aún por caminar.
1 comentario:
Christian, te felicito por tus textos. Me alegro que esa llama de poeta siga encendida....Julia Caprara
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