
Y es que un día amaneceré
rodeado de voces y fantasmas,
de aquellos desencuentros
que vuelven a envolverme
e intentan seducirme.
Amaneceré sin saber
lo que se siente al perder,
lo que se pierde al sentir,
lo que se gana,
lo que se olvida.
Lo que se gana
es tan poco,
lo que se pierde
se olvida,
lo que se siente
te cubre,
te espanta.
Como aquellos fantasmas.
Como las voces que invaden
cuando amanece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario