
las palabras,
la memoria
y enmudece
en el silencio,
errante y distante,
el impulso
ya vacío de los cuerpos,
desiertos y lejanos.
Escribo
en el desvelo
los últimos fragmentos
de esta lluvia.
Te miro ...
... y pienso.
Y paciente del destino
ante tus ojos,
te observo
y respiro profundo
para amarte.
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