sábado, 21 de marzo de 2020

Punto Final


En el silencio de la siesta
se desvanecen las horas.
En la siesta del pueblo
sólo se siente el silencio.
Las veredas 
no suelen andar,
ni el sol se ocupa 
de las sombras.
Solamente se escucha
el murmullo 
fuera de las calles
y, sin embargo, 
la vida sucede
o pone punto final.

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