Aún recuerda
en cuál casa del pueblo
su madre lo trajo al mundo,
aquella esquina ya no existe,
ni un alma testigo
de aquel momento.
Quién podrá decir
cómo fue la infancia,
ninguna de las calles
llevan el mismo nombre,
sin embargo aún recuerda
aquella mañana
de cosecha y de campo.
Tal vez su silencio
sea el murmullo
de quien reza
perturbado
entendiendo
que esa puerta
no es la de su casa,
que esa luz
no llega de su patio
y que la soledad
acechaba desde
tiempos inmemoriales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario